miércoles, 19 de marzo de 2014

Artes plásticas

Al comienzo el surrealismo es un movimiento fundamentalmente literario, y hasta un poco más tarde no producirá grandes resultados en las artes plásticas. Surge un concepto fundamental, el automatismo (movimiento pictórico, partiendo de que se puede crear de y a partir de todo a través de la observación, intuición y la atención a nuestro inconsciente) gracias al cual surgían poemas, ensayos, etc; y tiempo después sería recogido por pintores y escultores.
La primera exposición surrealista se celebró en la Galerie Pierre de París en 1925 y entre los artistas que participaron estaban Picasso, Giorgio de Chirico, René Magritte, Miró y Dalí, entre otros.
La revolución del surrealismo contra la tradición cultural burguesa y el orden moral, tuvo su aspecto político y parte de la gente del movimiento del surrealismo se quejaban de que no consideraba suficientes el escándalo de sus manifestaciones, por ello muchos se unieron al Partido Comunista Francés.
Sin embargo, se produjeron discrepancias a propósito del debate sobre la relación entre arte y política; se sucedieron declaraciones contradictorias y el movimiento tendió a dividirse. Esto provocó que la revista La Révolution Surréaliste pase a llamarse, desde 1930, Le surréalisme au service de la révolution.
Durante la II Guerra Mundial se paralizó toda actividad en Europa y esto motivo a que muchos artistas emigraran a países extrajeros como es el caso de EE.UU donde surgió una asociación de pintores surrealistas alemanes y franceses que influyeron en el arte estadounidense (en particular en el desarrollo del expresionismo abstracto) en 1940.
Entre los artistas plásticos se pueden hacer dos divisiones, según la interpretación del surrealismo:
-Surrealistas abstractos: (Miró) que inventan universos figurativos propios, automatismo puro.
-Surrealistas figurativos: (Magritte, Dalí) que se apartan de la pintura tradicional y se decantan por la asociación de objetos y las monstruosas deformaciones, realismo minucioso.

El carnaval del arlequín (1924) de Joan Miró


Los relojes blandos (1931) De Salvador Dalí


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